Arca de Noé

El Arca de Noé es el símbolo de la salvación y el renacimiento de la humanidad.

Según la Biblia, Dios ordenó a Noé que construyera un arca para salvar la vida humana del diluvio. El arca donde Noé se refugió con su familia, parejas de animales y pájaros aterrizó en el monte Ararat, desde donde la humanidad y el mundo animal se asentaron en la tierra.

Durante siglos se intentó ver el Arca de Noé en el monte Ararat. Jacob de Nisibis, un clérigo del siglo IV canonizado por la Santa Iglesia Apostólica Armenia, fue la primera persona en la historia que se destacó por dirigirse al Monte Ararat con el propósito de desacreditar las dudas de sus contemporáneos.

Según la tradición eclesiástica, San Jacob recibió un fragmento del Arca de Noé de manos del ángel de Dios en la ladera del monte Ararat.